Siendo inglesa, nunca pensé que apreciaría la lluvia. Pero después de dos meses de calor en Barcelona, la sensación que tuve ayer fue de pura alegría. Sentada en la playa, mojándome fuera del mar, viendo el arcoíris formarse en el horizonte, la brisa fresca en mi piel… No podía imaginar nada mejor que la lluvia.

Me recordó cuánta alegría nos traen los placeres simples de la vida y, sin embargo, cuán engañosa es esa palabra «simple». Muy a menudo, cuando les pregunto a mis estudiantes por qué han venido al taller de clown, su respuesta es: «Quiero volver a conectarme con la alegría de vivir». Han perdido, en el laberinto de formalidades y obligaciones, su capacidad de apreciar la abundancia de placeres que la vida nos ofrece. Intuitivamente, saben que necesitan la ayuda de sus payas@s, quienes nunca han perdido la capacidad de descubrir y saborear los placeres simples, incluso en medio de un desastre.

Si necesitas restablecer tu dial de placer y empaparte de diversión, aprende el arte del clown.

#libera tu espíritu, libera tu #clown

Caroline Dream

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