Hace 30 años pensé que estaba rota.
No sabía cómo ser yo misma. Sentía que algo andaba mal en mi y necesitaba arreglarlo. En realidad lo que ocurría es que había demasiados «yos» compitiendo por ese lugar prioritario; reclamando desde las bambalinas, discutiendo entre sí o tratando de acaparar el centro de atención el mayor tiempo posible.
Estaba la yo profesional, la yo británica, la yo internacional, la yo emocional, la yo creativa, la yo loca, la yo que adoraba actuar para las multitudes, la yo que me hubiera gustado ser…
Treinta años después, siento que he aprovechado todas esas facetas de mi yo. A lo largo de los años, mi payasa ha adoptado todas y cada una en algún momento para crear comedia. Al parecer no necesitaba arreglarme, lo que necesitaba era expresar lúdicamente todo mi ser.
Hoy en día, considero que es mucho más divertido ver quién quiero ser hoy, que quedarme dentro de los límites de mi propia autoimagen —una versión reducida y fragmentada del ser multifacético que soy—.
Practica la #autoaceptación, practica #clown
Caroline Dream
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