No me lo esperaba. Vivo en España, pero aún así…
Había tomado este camino mil veces. Era mi camino. Serpenteaba desde mi casa hasta el pueblo más cercano. Era un camino rural, tranquilo y bucólico. Y, sin embargo, allí estaba plantado ante mi un enorme toro. Parecía desorientado, aterrorizado; y me observaba, supongo que dudando si atravesarme o no.
Mi mente de reptil buscaba una estrategia de supervivencia, mientras que mi mente de payasa comenzaba a maravillarse con la increíble experiencia que la vida me estaba ofreciendo. Podría ser una escena de clown estupenda, dramática, teatral, absurda e hilarante… si hubiera ocurrido en un escenario.
Tener un toro suelto a pocos metros de mi, me dejó un recuerdo imborrable (obviamente encontré una estrategia de supervivencia, que fue retroceder lentamente y llamar a la policía). Pero el caso es que esos momentos dramáticos, fantásticos, absurdos, quedan grabados para siempre en nuestra historia personal; y se convierte en una historia para compartir con amigos y familiares. Momentos extraordinarios de la vida.
Una clase de clown es mucho más segura que un camino rural. Nunca encontrarás una auténtica fiera tras bambalinas, pero aun así vivirás experiencias increíbles que te dejarán un recuerdo imborrable.
Vive intensamente, regálate #clown.
Caroline Dream