Ayer mi terapeuta corporal alcanzó la iluminación ante mis propios ojos.
Allí estábamos… disfrutando de un momento de paz y armonía, mirando algunos diagramas del diafragma, cuando flashhhh, se iluminó… ¡literalmente!
Su ropa rozó la llama de una vela y su vestido se incendió, y antes de que me diera cuenta de lo que estaba pasando, ella comenzó a bailar frenéticamente frente a mí, realizando aspavientos y movimientos extraños, golpeando su trasero salvajemente, antes de salir de la habitación corriendo y en llamas.
Afortunadamente, ella había agudizado sus sentidos durante años. Así que al sentir el extraño calor en su espalda, reaccionó de inmediato. Desde mi punto de vista, el hecho de que regresara ilesa solo unos instantes después, parecía un milagro. Pero pensándolo bien, así es como pueden suceder los milagros. Cuando tenemos la práctica de escuchar y reaccionar ante la información sutil (y no tan sutil) que nos ofrecen nuestros sentidos, podemos evitar el desastre y abrazar a la oportunidad.
Los clowns afinan sus sentidos constantemente porque estos son la brújula que guía sus acciones hacia el éxito. Lo de ayer fue un recordatorio de lo útil que puede resultar esta habilidad en nuestro día a día.
Practica #clown, practica el arte de estar un paso por delante del verdadero desastre.
Caroline Dream
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